Sandra Rivas viajaba junto a su hija en la primera fila de un colectivo de la línea 338 cuando subieron dos muchachos que amenazaron con armas a les pasajeres e intentaron robarles. Dos policías que viajaban en el colectivo intentaron detenerlos y comenzó un tiroteo dentro del vehículo. Sandra recibió un disparo policial en la cabeza y falleció en un hospital. Otro pasajero sufrió heridas leves por el roce de una bala en el brazo. Los jóvenes que intentaron el robo también fueron heridos de bala y fueron internados. La investigación estableció que Lucas Santillán, efectivo de la Policía de la Ciudad, de 19 años, mató a Sandra Rivas. El caso aún no llegó a juicio.